Las crisis de pánico corresponden a episodios de miedo o desagrado intenso, que alcanza un punto máximo en cuestión de minutos, tiempo durante el que ocurren 4 o más de los siguientes síntomas:

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• Dolor o incomodidad en el pecho

• Sudoración

• Taquicardia/palpitaciones

• Náusea/mal estar abdominal 

• Ahogo/falta de aire

• Mareo/inestabilidad/desvanecimiento

• Tiritones/ agitación

• Calor/escalofríos 

• Entumecimiento/estremecimiento

• Sentimientos de Desrealización

• Sensaciones de atragantamiento

• Miedo a morir

• Miedo a perder el control/volverse loca(o) 

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Ahora bien, el Trastorno por Crisis de Pánico, es una condición seria, en la que se experimentan recurrentes crisis de pánico, sumado a una preocupación excesiva respecto de volver a experimentar otras crisis de pánico y/o a comportamientos evitativos relacionados a las crisis. Por ejemplo: dejar de usar transporte público o de hacer deporte, por miedo a experimentar una crisis.

En ocasiones las crisis se acompañan de un miedo intenso de estar en lugares en los que sea difícil escapar, o donde no se podría disponer de ayuda. Ejemplos de esto último son el miedo a visitar centros comerciales, estadios deportivos, ascensores, aviones y otros similares.

El Trastorno por Crisis de Pánico requiere tratamiento, debido a que el impacto en la salud y la calidad de vida de la persona que lo padece es profundo. Muchas veces se presenta con síntomas depresivos, llevando a la persona a experimentar un alto grado de sufrimiento psicológico y un deterioro de su vida familiar, social y laboral.

Si has experimentado una crisis de pánico, o si crees que padeces estos síntomas, te sugerimos consultar con un especialista cuanto antes. El tratamiento especializado existe y tiene una buena tasa de efectividad, por lo que te sugerimos no esperar más para conseguir el alivio de manos de un equipo experto.