La importancia para mí de la terapia es que es un lugar de acogida donde la persona en sufrimiento puede ser tal cual es. Si esto se logra, se genera un fuerte vínculo que genera cambios positivos que van desde aprender habilidades, que pueden ser utilizadas como herramientas para desenvolverse de mejor forma en su día a día, hasta un "upgrade" o cambio cerebral (que incluso se puede ver en un resonancia magnética).  

Estas modificaciones cerebrales y personales se reflejan en la adquisición de múltiples cualidades como lo es el autoconocimiento, la sensación de bienestar, una mejor manera de relacionarse y la compasión,  entre otras. En suma, para mí la terapia no es sólo trabajar con una  persona en sufrimiento si no también una contribución al bienestar de nuestra sociedad.